Como anunciábamos hace algunas semanas, las negociaciones entre los responsables del Ministerio de Hacienda y los representantes de las principales asociaciones de autónomos para cambiar el modelo de tributación de los trabajadores autónomos siguen avanzando, y ya tenemos alguna concreción más.

La propuesta en la que se trabaja es la de crear un régimen de franquicia que afectará especialmente a los autónomos que facturen menos de 85.000 euros anuales (100.000 euros si tienen actividades intracomunitarias).

El objetivo declarado de la reforma es restar carga administrativa a los pequeños empresarios, aunque comportará cambios importantes. Entre los principales cambios se contemplan:

• Eliminar las declaraciones de IVA para los pequeños negocios.
• Suprimir el sistema de módulos (Estimación Objetiva)
• Establecer un sistema de deducción automática de gastos recurrentes.

La reflexión de fondo, que todos conocemos, es que con el IVA el pequeño empresario hace de recaudador de Hacienda. Se trata de un impuesto neutro para el empresario. Cobra el IVA a sus clientes para después restarle el IVA pagado a sus proveedores y liquidar la diferencia a la Agencia Tributaria, con el inconveniente de que muy a menudo debe liquidarlo incluso antes de haberlo cobrado.

La idea del régimen de franquicias que ya se está llevando a cabo en el resto de países de la Unión Europea sería simplificar el sistema y apartar a los pequeños empresarios de esta obligación de declarar el IVA por lo que ya no tendrían que incluir este impuesto en sus facturas.

Presentar el IVA sólo una vez al año y no tener que guardar facturas

La puesta en marcha del nuevo régimen supondría varias ventajas para los autónomos que puedan acogerse a él. La idea sería rendir cuentas con Hacienda una sola vez al año, para que la Agencia Tributaria pueda comprobar que los trabajadores por cuenta propia cumplen con los límites para seguir en el sistema, a través una sola declaración en enero, en vez de liquidar cada trimestre.

No podemos olvidar que este cambio se producirá de manera simultánea a la obligación de emitir facturas electrónicas a través de la propia Agencia Tributaria, que está previsto que entre en funcionamiento en 2024.

Con ese cambio, la Agencia Tributaria ya tendrá mucha información sobre las actividades de los autónomos, y el objetivo de la Agencia Tributaria es seguir avanzando para ofrecer más “servicios” a los autónomos: emisión de facturas, llevanza de libros de registro, etc, como segunda fase de implementación del sistema de SII (Suministro Inmediato de Información) al que ya están obligadas las empresas con más de 6.000.000 de euros anuales de facturación.

Otro de los beneficios más reseñables del sistema en el que se está trabajando sería que no se soporta ni repercute el IVA. Esto significa que no habrá que guardar las facturas de cara a este impuesto, ya que no habría gastos deducibles en este tributo para los beneficiarios del régimen de franquicias.

El régimen de franquicias beneficiará más a los autónomos que tienen menos gastos

Los beneficios de este régimen de franquicias dependerán del tipo de empresa que tenga cada autónomo. Para las actividades con poco IVA soportado será especialmente beneficioso porque no se tendrá que repercutir ni deducir el IVA. Para aquellas con mucho IVA soportado el régimen de franquicia puede no ser tan interesante.

Para quien recibe la factura es un sistema neutral y que mejora el sistema de criterio de caja que, a pesar de haber sido introducido a petición de los autónomos, tuvo muy poca repercusión.

El régimen de franquicia es muy sencillo: el franquiciado va a tener un número NIF de IVA que permitirá al cliente identificar que se puede admitir la factura sin ningún problema y esta persona quedará al margen del IVA.

Una transición hacia la eliminación del sistema de tributación por módulos (Estimación Objetiva)

Que Hacienda hace tiempo que tiene el ojo puesto en los autónomos que tributan en módulos (Estimación Objetiva) no es ninguna novedad. Para Hacienda la tributación por módulos no deja de ser una anomalía que cada vez tiene menos sentido porque cada vez es menos justificable que no se pueda llevar un registro adecuado de ingresos y gastos para cada actividad.

Dentro de la Estimación objetiva cabe diferenciar aquellos autónomos que tributan en este régimen por dedicarse a la actividad agraria, y el resto. Los que tributan en estimación objetiva y no son agricultores se han reducido en un 10% en los últimos 4 años. Y la previsión de la Agencia Tributaria es que todos los autónomos que actualmente están en Estimación Objetiva pasen a Estimación Directa Simplificada en los próximos años.

Ahora mismo, hay varias comunidades como País Vasco y Navarra que ya han hecho esta transición y que estarían sirviendo como referencia. En su caso, lo que se hizo fue establecer un sistema de estimación directa ‘especial’ para algunas actividades como la agricultura o el transporte donde puedan deducirse de manera fija hasta más de un 35 o 40% de sus ingresos.

Aunque todavía no hay un texto definitivo de las reformas propuestas, todos estos cambios parecen bastante inminentes.